Meditar: una práctica sencilla y con muchos beneficios
Cuando le cuento a mis amigxs o familiares que llevo meditando dos años, una de las respuestas más comunes que recibo es: “yo no medito porque me parece imposible dejar la mente en blanco”, si te pasa lo mismo, este artículo lo escribí especialmente para ti.
Meditar es uno de los grandes regalos que me ha dejado este viaje, así que hoy quiero compartir mi experiencia contigo.
No soy profesora de meditación ni una experta en el tema, sin embargo, gracias a lo que he aprendido en este proceso, me atreví a hacer esta lista de algunas de las dudas más comunes con respecto a la meditación.
Espero que entender un poco más acerca de la meditación te motive a comenzar el camino de esta hermosa práctica.
1. ¿Cuáles son los beneficios de meditar?
2. ¿Qué es la meditación?
3. ¿Cómo hago para dejar la mente en blanco? (alineando las expectativas)
4. No sé qué práctica de meditación seguir, ¿me puedes dar una idea de cómo empezar?
5. ¿En qué momento del día recomiendas meditar?
Empecemos…
1. ¿Cuáles son los beneficios de meditar?
La meditación brinda una larga lista de beneficios que se pueden dividir en dos grandes grupos:
✺Para la mente y cuerpo: ayuda a calmar la depresión y la ansiedad, incrementa el nivel de enfoque, concentración y la habilidad para trabajar bajo presión, ayuda a incrementar la memoria, disminuye el riesgo de ataques al corazón, reduce el estrés, entre miles de otros beneficios.
Puedes encontrar una lista muy completa en este interesante blog que nos habla de “76 beneficios” de la meditación y los respectivos estudios que llegaron a estas conclusiones.
✺Para el alma y el ser: Esta es mi parte preferida, para mí la descripción de meditar es una celebración de “estar viva”, es conectarse con la respiración, elemento principal de nuestra fuerza vital y lo más importante: es una herramienta que nos ayuda a estar presentes en el aquí y el ahora.
2. ¿Qué es la meditación?
La meditación es el ejercicio consciente y personal de tomar control de tu atención - que ahora está en todas partes y en ningún lado a la vez -.
En la práctica enfocas tu atención en algo específico (la respiración, el flujo de pensamientos, tu cuerpo, tus sentimientos, tus sentidos, tus chakras, etc.) sin aferrarte a tus pensamientos.
Al desaferrarte de tus pensamientos (que van hacia el futuro y regresan al pasado) te permites estar presente en el aquí y el ahora. Así, conectada con tu respiración - elemento principal de nuestra fuerza vital - puedes apreciar el regalo de estar viva.
3. ¿Cómo hago para dejar la mente en blanco?
El primer consejo que te puedo dar y tal vez el más importante es: cambia la forma de ver la meditación.
Deja a un lado la idea de que meditar es igual a “dejar la mente en blanco” y que si no lo logras no sirves para esto.
Meditar va mucho más allá de esa premisa.
“Dejar la mente en blanco” es el resultado de una meditación constante y no siento que aferrarte a esa expectativa sirva mucho. Cada vez que meditas estás tomando un poco de control sobre tu mente, estás aprendiendo a enfocar tu atención en algo (sea tu respiración, tu cuerpo, tus sentimientos, etc.) y a desaferrarte de tus pensamientos.
Así no dejes tu mente en blanco, la sola práctica te ayuda a recobrar ese control sobre esa herramienta tan poderosa que es la mente.
Así no dejes tu mente en blanco… estás meditando. Recuerda que el ejercicio consciente de enfocar tu atención en la respiración u observar tus pensamientos ya es meditar
Hay muchas maneras de meditar y mientras seas constante en regalarte unos minutos para esa práctica, comenzarás a descubrir lo que más te funciona y sentir sus beneficios.
No te juzgues si sientes que no avanzas y que tu mente toma el control y te la pasas todo el tiempo de meditación “pensando en algo”. Solo darte cuenta de esto ya es un gran paso. Ahora eres una observadora de tu mente. Ahora estás viendo como tu mente funciona y cómo toma el control de tu atención con facilidad. Esa consciencia (“awareness”) de la situación ya es un gran avance que te va a permitir mejorar día a día.
Sé compasiva, da el primer paso y recuerda qué únicamente con la práctica constante el proceso se perfeccionará y enriquecerá.
4. No sé qué práctica de meditación seguir, ¿me puedes dar una idea de cómo empezar?
Existen muchas formas de meditar: recitando mantras, enfocándose en la energía del cuerpo o los chakras, visualizando, limpiando el aura, concientizándose del entorno, etc... Sin embargo, todas tiene algo en común: un trabajo con la respiración.
Así que, te propongo que empieces por ahí, siguiendo estos simples pasos de una meditación básica que he preparado para ti: Ver meditación.
☛Si prefieres tener a la mano distintas opciones de meditaciones guiadas, te recomiendo te descargues la aplicación “Insight timer”. Cuenta con miles de meditaciones gratuitas sin importar en qué nivel estés.
3. ¿En qué momento del día recomiendas meditar?
Esto es algo muy personal porque todos tenemos horarios y rutinas distintas, así que lo importante es que encuentres un momento del día en el que te sea posible estar tranquila y en un espacio de silencio. Preferiblemente cuando tu cuerpo y mente no estén muy cansados o pesados (como puede pasar después de almuerzo por ejemplo).
Personalmente pienso que me funciona muy bien apenas me despierto y antes de acostarme a dormir, pero siéntete libre de experimentar.
Si quieres que tu meditación se convierta en un hábito, es importante que empieces a reservar el mismo momento del día para la práctica.
Tip: Una buena opción para volver esta práctica (o cualquier otra) un hábito es conectarla con otro hábito. Si ya tienes una actividad que realizas a diario (bañarte, lavarte los dientes, tomarte un vaso de agua /té o café, etc.) recuerda meditar justo después de esta actividad. Así te aseguras que la meditación tenga un espacio en tu día y tenga una acción que te recuerda realizar la práctica.
Como dijo Osho alguna vez : “ incluso sentarse durante una hora sin que nada suceda es bueno, es relajante… Te calma, te aquieta, te hará más centrado y aplomado.
El estado meditativo vendrá más y más y poco a poco establecerás un acuerdo mutuo con él.
Si esperas a una cierta hora, en un cuarto determinado y en un momento determinado, él vendrá más y más. Esto no es algo que venga desde afuera; viene desde tu núcleo más interno. Pero cuando el consciente interno sabe que el consciente externo está aguardando por él, es mayor la posibilidad de un encuentro.”
Meditar está tan disponible para ti como lo está para un monje budista, depende de ti y de nadie más empezar ese proceso.
⋆Recuerda no juzgarte por tener una mente muy inquieta, por lo contrario, agradécete la disposición y actitud que tienes para meditar, habrá días mejores que otros pero ten siempre presente que se trata de un proceso que solo el tiempo y la práctica fortalecerá.